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Episodio 1

Los dichos del Profeta que prueban los signos de la ciencia en el ser humano, el planeta Tierra y la astronomía

Alabado sea Allah, a Quien damos gracias, Le pedimos ayuda y esperamos Su perdón. Y nos refugiamos en Él de las maldades de nuestras almas y de nuestras malas acciones. Aquel a quien Allah guía, nadie le extraviará. Y a aquel a quien Él extravía, nadie le guiará.  Atestiguo que no hay dios más que Allah, Único, sin asociado, y que Muhammad es Su Siervo y  Su Enviado.

(يَا أَيُّهَا الَّذِينَ آمَنُوا اتَّقُوا اللَّهَ حَقَّ تُقَاتِهِ وَلا تَمُوتُنَّ إِلاَّ وَأَنْتُمْ مُسْلِمُونَ)  [آل عمران:102]

“¡Vosotros que creéis! Temed a Allah como debe ser temido y no muráis sin ser musulmanes” (Corán, 3: 102)

(يَا أَيُّهَا النَّاسُ اتَّقُوا رَبَّكُمْ الَّذِي خَلَقَكُمْ مِنْ نَفْسٍ وَاحِدَةٍ وَخَلَقَ مِنْهَا زَوْجَهَا وَبَثَّ مِنْهُمَا رِجَالاً كَثِيراً وَنِسَاءً وَاتَّقُوا اللَّهَ الَّذِي تَتَسَاءَلُونَ بِهِ وَالأَرْحَامَ إِنَّ اللَّهَ كَانَ عَلَيْكُمْ رَقِيباً) [النساء: 1]

“¡Hombres! Temed a vuestro Señor que os creó a partir de un solo ser, creando de él su pareja y generando a partir de ambos muchos hombres y mujeres. Y temed a Allah, por Quien os pedís unos a otros, y respetad los lazos de sangre. Realmente Allah os está observando” (Corán, 4: 1)

(يَا أَيُّهَا الَّذِينَ آمَنُوا اتَّقُوا اللَّهَ وَقُولُوا قَوْلاً سَدِيداً (70) يُصْلِحْ لَكُمْ أَعْمَالَكُمْ وَيَغْفِرْ لَكُمْ ذُنُوبَكُمْ وَمَنْ يُطِعْ اللَّهَ وَرَسُولَهُ فَقَدْ فَازَ فَوْزاً عَظِيما) [الأحزاب: 70 – 71]

“¡Vosotros que creéis! Temed a Allah y hablad acertadamente (71) Él hará buenas vuestras acciones y os perdonará las faltas. Y quien obedece a Allah y a Su mensajero ha triunfado con gran éxito” (Corán, 33: 70-71)

Mucho se ha hablado en los tiempos que corren de los signos de la ciencia en el Corán y en la Sunna o tradición profética[1]. Se ha vertido mucha tinta sobre este tema en forma de monografías, investigaciones y artículos. Ha sido el tema de innumerables conferencias y el eje central de congresos y coloquios. En ellos se ha recurrido a hadices o dichos atribuidos al Profeta (la paz y bendiciones de Allah sean sobre él), algunos de los cuales son verídicos y otros no.

Después de concederme Allah la gracia de alcanzar los estudios superiores (Especialidad de Hadiz) en la Universidad Islámica, me puse a trabajar al servicio del honorable hadiz del Mensajero al igual que el resto de mis compañeros, en virtud de las palabras de nuestro Profeta (la paz y bendiciones de Allah sean sobre él): “El Din (la religión) es el consejo sincero, a Allah, a su Libro, a su Mensajero, a los imames de los musulmanes y a toda su gente”[2] 

Hice un seguimiento de esos hadices que se emplean como prueba de los signos de la ciencia en el ser humana, el planeta Tierra y la astronomía por todos los libros que he hallado, artículos, talleres y ciclos de congresos, conferencias, etc.. Más tarde los recopilé y ordené en capítulos y epígrafes acordes. Trato de recogerlos de la forma que creo más leal posible. Comento a modo de contextualización la situación que propicia la aparición de dicho hadiz, mencionando su fuente de transmisión. A todo ello añadí mi propio comentario siempre que tenga algo que comentar sobre el tema en cuestión.

Me refiero aquí con “el ser humano” a la propia creación humana, las partes de su cuerpo. No abordo aquí la cuestión del alma ni la moral, ni los hadices de la medicina curativa, ni la preventiva ni la psicológica.

Con “el planeta Tierra” me refiero aquí a su forma y composición. No abordo aquí ni su fauna ni su flora.

Mientras que con “Astronomía” quiero referirme a todo lo relacionado con los cuerpos espaciales, su forma, posición y distancia tal y como lo recogen los propios científicos[3]. En síntesis esto es lo que pretendo estudiar.

Considero este tema de suma importancia y con él pretendo:

1-               que sea el primero en su campo, según mis conocimientos.

2-     contribuir al trabajo al servicio de la Sunna y su defensa. Además del hecho de que la gran mayoría de los autores y oradores que he podido seguir en el tema de los signos de la ciencia desconocen los libros de la Sunna y son incapaces de distinguir los hadices verídicos de los que no lo son, lo que ha favorecido que recurran a citar hadices débiles, sobre los que basan los signos milagrosos de la ciencia en la Sunna o tradición profética.

3-       que algunos de los escritores e investigadores en los signos de la ciencia en la Sunna se basan solamente en uno de los términos del hadiz cuando en realidad hay otros términos más propicios, pero debido a su desconocimiento de la materia se limitan solamente a lo que han encontrado. En esta investigación presentaré los diferentes términos de los hadices citados, para que así lo puedan aprovechar los investigadores de los signos milagrosos de la ciencia en la Sunna y en otros campos.

4-         que si los hadices citados son verídicos y su cita ha sido del modo correcto, esto significa que son pruebas proféticas, lo que contribuye a reforzar la fe[4] del creyente y destruye los argumentos del terco ateo.

Elegí este tema por su importancia y por los siguientes motivos:

- Considerado uno de los más importantes campos del estudio del hadiz, ya que puede abarcar casi todas sus disciplinas, contiene un reto para mí, a saber: el estudio de la transmisión del hadiz.

- Me permite conocer parte de las ciencias modernas, así como me recuerda los estudios de la etapa de educación secundaria, en la rama científica.

- Que este tipo de estudios, el estudios de los signos científicos en el Corán y la Sunna, es de clave importancia para el llamamiento a la senda de Allah, y especialmente en el asunto del refuerzo de la fe interior (imán) tan necesario en los tiempos que corren. Tiempos en los que la fitna o sedición afecta a la juventud musulmana a través de las ciencias modernas y de la invenciones. Este tipo de estudios convence a esta juventud y les devuelve la confianza en sí mismos, en su religión (din) y en la Sunna de su Profeta.

Este tipo de estudios es además un camino excelente y sólido en el llamamiento a los no creyentes y sus científicos a la senda del Islam, ya que no se entregan a nada tanto como se entregan a la ciencia, sus datos y sus evidencias, cualesquiera que sea su género, confesión o país de origen.

Cuando descubren un hallazgo que atañe a la humanidad y sacan sus conclusiones al respecto ayudados de instrumentos y de tecnología de última generación y al mismo tiempo descubren que un solo hombre, de entre millones de seres humanos, informó del mismo hallazgo y sus conclusiones hace más de catorce siglos, sin ni la más mínima ayuda de aparatos e instrumentos como los que poseen los científicos hoy en día; más aún incluso, si supieran que este hombre era un analfabeto que no leía ni escribía, sin duda estos científicos terminarán abrazando el Islam. Reconocerán y demostrarán que la palabra transmitida por el Profeta (PB) no puede provenir de un ser humano. De hecho esto es lo que ha sucedido en varios casos de grandes científicos contemporáneos, que han visto que las evidencias y los secretos que recogen el Sagrado Libro y la Sunna sobre muchos aspectos de la vida solamente pueden ser revelación divina. Algunos incluso abrazaron el Islam, alabado sea Allah[5].

Por todo ello, es una obligación mía contribuir al servicio de este aspecto del llamamiento a la senda de Allah, a través del estudio de cuantos hadices he hallado para probar los signos de la ciencia en el Corán y la Sunna, así como distinguir cuál de ellos es verídico y cuál es débil.

Por otro lado, quiero llamar la atención de los especialistas en el hadiz del Profeta (PB) acerca del estudio de este tipo de dichos y hechos atribuidos al Mensajero (PB), para que así estén atentos y cautelosos y respondan a quien intente manipular la Sunna de nuestro Profeta, o quien no la interpreta en el sentido correcto.  

Es en definitiva un intento de contribuir a la mejora de la trayectoria de los investigadores de los signos de la ciencia en el Corán y la Sunna.

Esto es en general con respecto a la elección del tema.

En cuanto a la elección del ser humano y su complexión física, el planeta Tierra y la astronomía, con el fin de recopilar los hadices que a ellos se refieren en el campo de los signos de la ciencia en estos tres aspectos, mi elección viene motivada por su importancia clave. Estos aspectos constituyen algunas de las señales más clarividentes del poder de Allah Todopoderoso, mencionadas en un buen número de aleyas o versículos coránicos, aleyas que hablan de su Creador en un sinfín de signos y señales que sólo Él puede contar.

Allah Todopoderoso dice:

(سَنُرِيهِمْ آيَاتِنَا فِي الآفَاقِ وَفِي أَنْفُسِهِمْ حَتَّى يَتَبَيَّنَ لَهُمْ أَنَّهُ) [فصلت:53]

“En su momento les haremos comprender plenamente Nuestros mensajes en los horizontes más remotos [del universo] y en ellos mismos para que quede patente ante ellos que esta [revelación] es realmente la verdad” (Corán, 41: 53)

Allah Omnipotente dice:

(فَلْيَنظُرْ الإِنسَانُ مِمَّ خُلِقَ) [الطارق: 5].

“¡Que observe el hombre de qué ha sido creado!” (Corán, 86: 5)

Allah Todopoderoso dice:

(وَفِي الأَرْضِ آيَاتٌ لِلْمُوقِنِينَ (20) وَفِي أَنفُسِكُمْ أَفَلا تُبْصِرُونَ) [الذاريات: 20-21]

“Y en la Tierra hay signos [de la existencia de Allah, visibles] para quienes están dotados de certeza interior, (21) como [hay también signos de ello] en vosotros mismos: ¿es que no veis?” (Corán, 51: 20-21)

Y dice:

(أَفَلَمْ يَنْظُرُوا إِلَى السَّمَاءِ فَوْقَهُمْ كَيْفَ بَنَيْنَاهَا وَزَيَّنَّاهَا وَمَا لَهَا مِنْ فُرُوجٍ (6) وَالأَرْضَ مَدَدْنَاهَا وَأَلْقَيْنَا فِيهَا رَوَاسِيَ وَأَنْبَتْنَا فِيهَا مِنْ كُلِّ زَوْجٍ بَهِيجٍ (7) تَبْصِرَةً وَذِكْرَى لِكُلِّ عَبْدٍ مُنِيبٍ) [ق: 6-8]

“¿Es que no contemplan el cielo que está sobre ellos –cómo lo hemos edificado y adornado, sin que haya en él defecto alguno? (7) Y la tierra –que hemos extendido, y hemos puesto sobre ella firmes montañas, y hemos hecho crecer en ella toda clase de nobles especies, (8) para iluminación y recuerdo de todo ser humano que se vuelve a Allah de buen grado” (Corán, 50: 6-8)

Y dice:

(قُلْ انْظُرُوا مَاذَا فِي السَّمَوَاتِ وَالأَرْضِ وَمَا تُغْنِي الآيَاتُ وَالنُّذُرُ عَنْ قَوْمٍ لا يُؤْمِنُونَ) [يونس: 101]

Di: “¡Considerad cuanto hay en los cielos y en la tierra!” Pero, ¿de qué sirven todos los mensajes y todas las advertencias a una gente que no está dispuesta a creer? (Corán, 10: 101)

En aras de obtener un estudio completo y como a mí me gustaría he tenidos que afrontar una serie de dificultades, entres las cuales cabe mencionar:

1-       La variedad de fuentes bibliográficas que citan hadices del Profeta (PB) en el ámbito de los signos de la ciencia, su dispersión. Hablamos aquí de monografías, estudios breves, artículos publicados en periódicos y revistas, conferencias, charlas, congresos, etc., lo que nos obligó a hacer un gran esfuerzo en la recopilación de las partes que nos interesan.

2-  Buena parte de los trabajos de los congresos relacionados con este tema no se han publicado aún[6], lo que me obligó a emprender un viaje académico a Egipto, donde se celebraron más de un congreso sobre Islam y ciencias modernas, de los que cabe citar: El Congreso Islámico Internacional sobre los Signos de la Medicina en el Corán y la Sunna, celebrado del 26 al 28 de septiembre de 1985; El Congreso Islámico Internacional de Medicina acerca de la Ley Islámica o Charia y los Asuntos Médicos Contemporáneos, celebrado del 2 al 5 de febrero de 1987.

3-     Algunos de los hadices que cito aquí como prueba no los hallé en todos los libros consultados, ni siquiera en las monografías específicas sobre el tema[7].

4-    La dificultad de los temas científicos, ya sean de la medicina o sobre la Tierra o de la Astronomía, para una persona como yo que no domina estos campos. De ahí que me requiriera un gran esfuerzo en su comprensión y su resumen para demostrar el hecho que prueban y comentarlo.

5-     La dispersión de los temas, lo que me requirió un gran esfuerzo en su recopilación y clasificación en capítulos y epígrafes acordes.

Con la ayuda de Allah y su bendición, así como con la guía y los consejos del director de la tesis –que Allah se lo recompense–, pude superar estas dificultades, así que alabado se Allah, con sus bendiciones se cumplen las buenas obras.

Por la naturaleza de este trabajo, he creído conveniente dividirlo en: Introducción, Preliminares, dos capítulos y Conclusiones, además del necesario índice y los anexos.

-    En la Introducción hago una explicación del tema central de la tesis, su importancia, los motivos de la elección, las dificultades que he encontrado en su elaboración, la planificación y la metodología de investigación. Concluyo este apartado con unas palabras de agradecimiento.

-    En los preliminares abordo una definición de los “Signos de la ciencia en el Corán y la Sunna”, “la exégesis o interpretación científica” y la diferencia entre ambos, así como aclaro como nacieron estos campos y la evolución de los signos de la ciencia en el Corán y la Sunna.

-    En los dos capítulos sucesivos, sus apartados y subapartados los he clasificado como sigue:

Primer capítulo: los hadices que demuestran los signos de la ciencia en el ser humano.

Primer apartado: los hadices relacionados con la creación del ser humano:

·     Primer subapartado: orden de las especies y en último lugar el ser humano.

·     Segundo subapartado: origen del cuerpo humano.

·     Tercer subapartado: las diferencias innatas entre los individuos encuentran su origen en su complexión física.

·     Cuarto subapartado: descripción del líquido del hombre y el de la mujer y su influencia en la creación del feto, las similitudes, la masculinidad y la feminidad.

·     Quinto subapartado: no de cualquier agua se crea el hijo/a.

·     Sexto subapartado: la eficiencia de los fármacos anticonceptivos.

·     Séptimo subapartado: el involucionado no se reproduce.

·     Octavo subapartado: el feto abortado.

·     Noveno subapartado: la influencia hereditaria de la madre y cuáles son las cualidades idóneas de quien va a gestar a los hijos.

·     Décimo subapartado: la influencia hereditaria del matrimonio entre parientes.

·     Undécimo subapartado: la influencia de la edad de la madre sobre sus hijos.

·     Duodécimo subapartado: la inclinación racial.

·     Décimo tercer subapartado: la herencia de la vista y el oído.

·     Décimo cuarto subapartado: las fases del feto.

·     Décimo quinto subapartado: la escritura sobre la frente del feto.

-    Segundo apartado: los hadices relacionados con los miembros del cuerpo humano:

·     Primer subapartado: el color de la piel no hace mejor a la persona.

·     Segundo subapartado: número de las articulaciones.

·     Tercer subapartado: la respuesta del cuerpo al dolor.

·     Cuarto subapartado: los secretos de anticipar siempre la diestra.

· Quinto subapartado: la relación entre el hueso frontal de la cabeza del ser humano y su comportamiento.

·     Sexto subapartado: los orificios del oído y la vista, y la prioridad del oído a la vista.

·     Séptimo subapartado: corazón sano en un cuerpo sano.

·     Octavo subapartado: lo curioso de la cola.

·     Noveno subapartado: el útero es una ramificación.

Segundo capítulo: los hadices que se citan como prueba de los signos de la ciencia en la Tierra y la astronomía.

-    Primer apartado: los hadices relacionados con la Tierra.

·     Primer subapartado: la circunferencia de la Tierra.

·     Segundo subapartado: el tamaño de la Tierra con respecto al Universo.

·     Tercer subapartado: las siete tierras están en el planeta Tierra.

·     Cuarto subapartado: las montañas son estacas.

·     Quinto subapartado: La Meca es el centro seco de la Tierra.

·     Sexto subapartado: Que tierra de los árabes se vuelva prados y ríos.

·     Séptimos subapartado: tipos de tierra.

·     Octavo subapartado: debajo del mar hay fuego.

-    Segundo apartado: los hadices relacionados con la astronomía.

·     Primer subapartado: no hay vacío en el Universo.

·     Segundo subapartado: los puntos cardinales.

·     Tercer subapartado: los fenómenos del eclipse solar y lunar.

Por último, el apartado de conclusiones, en el que recojo todos los resultados alcanzados.

Este trabajo científico ha sido elaborado por su eminencia el Cheij Dr. Ahmad Bin Hassan Al-Harithi y constituye parte de su tesina de máster.

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